"Apoyamos al PSOE, pero a un PSOE ya sin Zapatero". Éste es el mensaje que ha llegado a las terminales mediáticas de Prisa, según desvelan altos dirigentes del grupo a los que ha tenido acceso El Confidencial Digital. La instrucción es clara: todos los medios deben marchar en la misma dirección.
Las fuentes de los ejecutivos consultados utilizan concretamente la expresión 'operación derribo', para explicar el sentido de la consigna de Cebrián, que ha reclamado a todos los medios un posicionamiento único y cerrado.
De hecho, las tertulias de su televisión, Cuatro, y de su cadena de radio, la SER, lo mismo que los editoriales de su buque insignia, el diario El País, están ya transmitiendo ese mensaje. Hace unos días, Arturo González, proclamó en Cuatro, en el programa de Concha García Campoy: "Que se vaya este Gobierno a la mierda".
El País usa una estrategia algo distinta pero coincidente en el fondo. Si el Ejecutivo decide algo bien, algo con lo que el periódico está de acuerdo, se alaba 'al Gobierno'. Si, por el contrario, se considera un fallo, un error, entonces se apunta directamente 'al presidente Zapatero'.
Recuperar influencia perdida
Las fuentes consultadas atribuyen esta iniciativa de Juan Luis Cebrián a un intento de recuperar la influencia perdida por el grupo, y por El País más en concreto. Habría llegado la hora de pasar factura a un presidente que tantas veces le ha minusvalorado, dejándole de lado y apostando por otros comunicadores. Sin embargo, no hay que descartar motivaciones más profundas, que tengan que ver con las vinculaciones de Cebrián con conocidos lobbys mundiales de presión, entre ellos, de forma destacada, el Grupo Bilderberg.
Según informaciones que maneja ECD, en el propio Gobierno existe ya esa percepción, de que Cebrián va a por Zapatero; no a por el PSOE sino a por el presidente. No tienen la confirmación de la maniobra, pero se trata de un convencimiento, corroborado por los datos. Al menos tres ministros del Ejecutivo lo creen así.
No obstante, falta unanimidad en la cúpula de Prisa sobre la estrategia puesta en marcha por Juan Luis Cebrián. No todos están a favor de la ofensiva, ni de que ahora los terminales del grupo emprendan esta aventura de acoso y derribo al presidente. A pesar de eso, las instrucciones se están aplicando.
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