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domingo, 1 de agosto de 2010

NO ES MÁS RICO EL QUE MÁS TIENE SINO EL QUE MENOS NECESITA

En lo que llevamos de agilipollado siglo XXI., la primera condición para disfrutar de algo es no tenerlo. Esta levedad interactiva se extiende a situaciones inmateriales, materiales y, más difícil todavía a las relaciones personales.




Vivir de alquiler ha dejado de referirse parabólicamente a la vivienda, para adquirir su significado literal de gozar ( porque se goza mucho más ) de la existencia entera en régimen absoluto. La teoría de la relatividad posesiva viene impulsada por las nuevas tecnologías y por la austeridad obligatoria y necesaria. Se alquila lo que no se puede poseer, hasta que se comprueba que el nomadismo de las pertenencias y amoríos es menos engorroso que estar encadenado al patrimonio o a alguien, per se...



En resumen, muchas personas ( como yo ) que no se compran un Velázquez, porque no tenemos lugar donde colocarlo. Unos minutos de contemplación del cuadro ( o la foto ), incluso a través de una pantalla, autorizan el tránsito ulterior a una mayor variedad de experiencias. Gracias a esta labilidad, un día de hoy equivale a un año de hace un siglo.



Hablar en propiedad ( o sobre el compromiso relacional ), ha sido desbancado por hablar sin propiedad ( o la informalidad interactiva personal ), y el precio de vivir en alquiler ( aunque sólo sea para mantener una conversación ) bajará porque -en la era de de la reproducción de Walter Benjamín- la oferta de placeres se ha diversificado y multiplicado a mucha mayor velocidad que el número de espectadores. La crisis económica y de valores se debe, entre otras cosas, a que carecemos del tiempo para degustar la dieta de excitación que brinda el planeta Tierra y la idolatría de los billetes de quinientos euros y mil dólares.



A diario, permanecen vacías unos cientos de millones de butacas en espectáculos de todo orden y de toda condición. La pornografía libremente intercambiada por internet no ha acabado ( ni acabará ) con la industria ( profesional, semiprofesional o amateur -cuando te follan por una cena y unas copas- ) del sexo organizado, sino que amenaza co extinguir el intercambio corporal invivo ( sobre todo ahora que las mujeres se suelen autosatisfacer con un inmensa variedad de objetos ). Los costes disparados de la protección de la propiedad intelectual y material arruinan a quienes insisten en poseer o disponer sobre los lugares que pisan o que tratan con un títere o mierda.



Los dueños no pueden permitírselo, los usuarios pasan sin escrúpulos de una cosa a otra, de un ser humano a otro. Aparecerá así un nuevo comunismo porque todos los productos y las personas, sirven hoy para envolver el bocadillo del día siguiente....



- J -

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