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lunes, 26 de octubre de 2009

HOY COMO AYER


Roma se corrompió y deshizo desde dentro y la decadencia comenzó en la cima, cuando los emperadores perdieron el norte y la razón, de las cada vez mayores necesidades de sus súbditos, que a su vez habían copiado a sus dirigentes dándose a la vida lujuriosa, lasciva, con continuas fiestas, bacanales, orgías de sexo, circo, diversión, etc.
Si lo líderes políticos llegan a concebir la permanencia en el poder como un objetivo primordial de calentamiento de la poltrona en lugar de la buena administración, entonces su país o nación se convertirá en uno o una muy semejante a las que hoy hacen llamar: "repúblicas bananeras".
Lo mismo puedo decir de los intercambios comerciales. Si gana el éxito personal y el lucro inmediato sin pensar en las conscuencias a largo plazo, entonces las sociedades financieras e industrias y comercios errarán calamitosamente cuando la situación se vuelva en una crisis brutal y bestial.
Todos los países como las empresas pueden hacerse tan grandes y ricos que dejen de ser eficientes y sigan pareciendo prósperas, pero... eso sí, siempre que la situación general se mantenga favorable. El imperio romano vivió de las rentas durante siglos, a pesar del lento ocaso de las instituciones y nadie podía imaginar que alguna vez desapareciera. Sin embargo, al final se difuminó y lo mismo le puede ocurrir a los EE. UU., o a los países occidentales en general. No es un destino inevitable, pero... contemplandose ña actual situación, las señales no son consoladoras.
EE. UU., es una nación grande, rica y poderosa. Pero ni siquiera inmediatamente después de que tuviera las manos libres tras la caída del " Telón de Acero " y el consecuente cese de la " Guerra Fría ", llego a imponerse al resto del Mundo. Los acontecimientos recientes son valedores de lo sentenciado anteriormente por mí, ya que en los últimos conflictos bélicos de baja intensidad en los que ha intervenido e interviene, no ha podido garantizar una victoria rápida e inexorable. Los romanos, sin embargo, sabían que las guerras habían que plantearlas dentro de un contexto político claro, con recursos idóneos, flexibilidad estratégica y táctica, con una sola determinación y un solo propósito. Aun así, sus campañas contra determinados pueblos tribales fueorn una pesadilla y duraron décadas.
El imperio romano mostró la posibilidad de lograr una prosperidad espectacular y prolongada.... también en caer en la degeneración y decadencia, con desmoronamiento final, víctima del individualismo, el poco rigor y severidad en el gobierno y en los vicios y depravaciones.
Para los EE. UU., hay una advertencia diáfana: la riqueza y el poder, pueden seguir dando prosperidad incluso sí el sistema es ineficiente y purulento. Sin embargo, si el declive no está preestablecido, tampoco lo está el triunfo permamente....

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