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domingo, 23 de octubre de 2011

Quinientos guardias civiles se manifiestan en Vitoria contra las “amenazas y vejaciones” por parte de ETA-Bildu

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) se ha concentrado este sábado en Vitoria para denunciar la “amenaza y vejación” a las que les somete Bildu y han afirmado que tras el comunicado de ETA, creen que “no va a cambiar” la actitud de la coalición, por lo que piden a la banda que “desaparezca entregando las armas y poniéndose a disposición de la Justicia”.
Según datos de los convocantes, alrededor de 500 personas se han concentrado frente a la sede del Gobierno vasco en Vitoria bajo el lema ‘En la verdadera paz no hay sitio para el odio. AUGC con los guardias civiles y sus familias’. Además, han portado diferentes pancartas entre las que se podía leer la declaración de Derechos Humanos del Guardia civil acordada el 25 de febrero de este año en Sevilla.
La manifestación ha sido respaldada por otros Cuerpos de Seguridad del Estado como Policía Nacional, Ertzaintza, Mossos d’Esquadra, Policía foral de Navarra, y escoltas en activo del País Vasco. La formación UPyD también ha apoyado este acto al que han acudido grupos de todo el Estado como León, Cantabria, La Rioja, Sevilla, Valencia o Madrid, entre otros.
En declaraciones a los medios de comunicación, el secretario de organización de la AUGC, José Antonio Agudo, ha recordado el pasado verano representantes de Bildu colocaron unas maletas en la puerta del cuartel de Oñate (Guipúzcoa) “como símbolo de que nos vayamos del País Vasco. “Creo que en un lugar donde se ha vertido tanta sangre no podemos dejar que nos traten así”, ha defendido.
Asimismo, ha afirmado que este sábado es un día “histórico” porque los guardias civiles “siempre han tenido que mirar quién viene detrás y hoy dan la cara y denuncian su situación”. Sin embargo, tras el comunicado de ETA, Agudo ha considerado que “no va a cambiar la actitud de Bildu” y ha dicho que desde la AUGC no se creen “absolutamente nada” porque “lo que deben hacer es entregar las armas”.
En el acto, María Jesús González, que junto a su hija Irene Villa resultó gravemente herida en 1991 en un atentado de ETA, ha leído un manifiesto en el que los guardias civiles reconocen que tras el comunicado de ETA se viven “horas de esperanza”, aunque critican que la banda no haya puesto “fecha, hora o lugar para entregar las armas con las que a lo largo de estos años ha matado a más de 800 almas”.
Asimismo, critican que el comunicado no haga referencia al “fin de la violencia psicológica” que ejerce Bildu contra los guardias civiles y sus familias “sin tener en cuenta el daño que puedan causar a sus hijos”. Por ello, subrayan que no se pueden mostrar optimistas porque “para los 829 muertos, casi la mitad compañeros de la guardia civil y del Cuerpo Nacional de Policía, no han recibido una palabra de recuerdo, de perdón”.
“El odio y la intransigencia es lo que aún anida en algunos y eso les impide aceptar a todos los que no son ni piensan como ellos, y por eso los vejan y humillan”, denuncia el manifiesto.
En este sentido, afirman que para los “intransigentes”, las instituciones han sido “muy generosas” porque a pesar de ser “los verdugos, se les ha permitido volver a la democracia”. “Para los humillados y acosados, para los guardias civiles no ha habido generosidad; se les reconoce el esfuerzo y la sangre vertida pero se les niegan los derechos constitucionales que Bildu exhibe impúdicamente: libertad para manifestarse, reunirse y opinar”, critican.
-Mansour-

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