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domingo, 6 de diciembre de 2009

PRESUNCIÓN DE CULPABILIDAD

Hace años, la ilusión de cualquier estudiante de Derecho era terminar la carrera y acto seguido preparar las oposiciones a Notario.
Hoy la mayoría ( sobre todo las mujeres ), que terminan su preparación para ejercer su vocación de letrados, empiezan a prepararse para acceder a ser jueces o fiscales.
Esto debe de ser que lo de ser notario ya no era lo que era con los aranceles más congelados que mis cojones en un iceberg, y que muchos se creen que lo de ser juez es como ser el Sr. Garzón o el Sr. Marlaska.
Pero, hay muchos jueces, profesionales íntegros, que demuestran día a día que puede haber justicia en circunstancias difíciles y adversas y con la opinión pública y los medios de comunicación erigiéndose en entes " Supremos " todopoderosos para impartir probidad, pidiéndo, simultáneamente a ello " guillotina " y " sangre "; y, que a veces los " cachondeos " a los que se refirió un día el Sr. Pacheco, se dan más en otros entornos profesionales y menesterosos, donde no se contrasta, verifica y constata de manera irrefutable, y se actúa con ligerezas y liviandades tan lamentables y execrables que degeneran en incompetencia, cuando no en arbitrariedades.
En la anterior publicación lo cito de manera expresa, en España se ha pasado de la presunción de inocencia a la presunción de culpabilidad, mientras no se demuestre lo contrario. Y si son casos de violencia en el hogar, mucho más. La gravedad del problema, la extrema sensibilidad que despierta entre " las hienas " ( que me perdonen las hienas por zaherirlas al compararlas con ciertos humanos ), la necesidad de prevenir con todos los medios, es indiscutible y ya lo he referido en otros manifiestos. Como lo es, en en comisarías y en juzgados se reciben más denuncias falsas de lo que la gente se piensa. Por todo ello, excepto en algo que sea flagrante e incuestionable, mucho ciudado con pronunciarse y testimoniar como irrebatible tal o cual cosa. Sentenciando y reprobando a priori.
Para eso están los jueces, fiscales y abogados, los profesionales de la Justicia y de la Policía, no el vulgo, la plebe y la chusma, ni los medios de comunicación...
En el caso del hombre natural de Canarias, hay que añadir la falta de profesionalidad, rigurosidad de otra ocupación laboral muy delicada, la que se ocupa de la sanidad. Los médicos no pueden, presuntamente, cometer errores de tamaño bulto. No supieron determinar las laceraciones de una niña caída de un columpio, porque, quizá, supuestamente, están hartos de ver falsas caídas de balancines y mecedoras que son agresiones físicas en toda regla.
Echarle las culpas a otro es muy fácil, pero en todos los casos que cada cual asuma su responsabilidad inferida de su cargo o puesto renumerado y que evoquen aquella frase: "... de quien esté libre de culpa que tire la primera piedra..... "
- J -         

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