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lunes, 27 de febrero de 2012

Somos hijos no deseados de Dios

La Policía española no está para encajar botellazos, adoquinazos, mordiscos, escupitajos, patadas, puñetazos, culos de putas al aire, ni ninguneos, ni ningún tipo de abyecciones por parte de seres que son materias orgánicas andantes en descomposición; ni para soportar que impunemente se tache de " perros fascistas " a sus agentes. Tampoco las sedes de los partidos políticos están para ser asediadas o atacadas con bolas de acero, por zombis, putas y maricones...
Esto no lo deben de comprender, sobre todo los estudiantes ( que deben de agradecer que se les de a diario un plato de comida ), como bien a señalado el Señor Cosidó, porque no hay ningún problema con los alumnos. El trastorno lo genera la violencia antisistema ( que no tiene ni puta idea que es " El Sistema " ) de quienes interpretan en su sectarismo y su totalitarismo que no hay una sola opción liberal/conservadora que esté legitimada para gobernar España.
Es la pura infamia, la burda mentira o sencillamente la evidencia irrefutable y más palmaria de absoluta ignorancia y analfabetismo, que se asegure desde las huestes socialistas y rojas, que el director general de La Policía esté justificando a los que usan la fuerza ( licitada por Ley ) con supuesta brutalidad. Eso supone desconocer o despreciar que es obligación de las autoridades, en cualquier Estado Democrático, garantizar no sólo los derechos de quienes se manifiestan legal, pacífica y civícamente, sino proteger a quienes son víctimas de la barbarie de la extrema izquierda.
El afán de provocación y destrucción no surge ex novo. Hay un guión largamente planificado, escrito, adoctrinado y que pretende llevar a la escena en los próximos meses un efrentamiento cainita entre hermanos. Sin pausa y con prisa, el Sr. Rubalcaba y sus acólitos del PSOE., verán lo que hacen, pero si se desborda el clima de convivencia y armonía entre españoles, sus correligionarios serán responsables de las consecuencias por estar caldeando el ambiente cuando deberían, responsablemente, enfriar los ánimos de los cabreados por no saber perder. Yo, que creo en la salvaguarda del sistema de libertades sólo espero del Señor Fernández Díaz, LEY Y ORDEN.
Nada más. Pero nada menos...
-Jack Bauer- 

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