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lunes, 23 de enero de 2012

La ruina económica de España


La administración territorial es el cáncer que nos lleva a la ruina: 17 comunidades autónomas, con más de 4.000 altos cargos, frente a los 409 del Estado; 8.000 ayuntamientos, el doble que Alemania; 4.000 empresas públicas y 540 fundaciones, donde hay enchufados más de 500.000 familiares y amigos de políticos, cuyos jefes y jefecillos cobran más que los ministros. Diputaciones, cabildos insulares y cada uno por libre, sin la menor coordinación por parte del Estado. Cinco veces más empleados públicos que en 1975, cobrando de media un 36 por ciento más que el resto de trabajadores, 30.000 coches oficiales, 300.000 teléfonos móviles, 13 televisiones autonómicas, 100.000 liberados sindicales, 175 embajadas, el doble de las que tiene España, y mil y una cosas más.
Bien, esto es con lo que hay que acabar. El próximo lunes explicaré qué y cómo recortar, pero me adelanto a la gran patraña de la casta política parasitaria. “¿Cómo se va a poder reducir el gasto autonómico si el 80 por ciento es gasto sanitario y de educación?”. ¡Serán tramposos! El gasto sanitario es el 35 por ciento y la educación el 9 %; y su gestión, como nos señala The Economist (17/9/11), desastrosa y con costes fuera de control. El absentismo es el mayor de Europa, el coste de los medicamentos recetados el 40 por ciento más, los hospitales trabajan sólo por las mañanas…
En medio de un inicio de recesión exterior y brutal ajuste interior –el PIB está cayendo entre en el 5 y el 7 %, estimado por variables correlacionadas o por sus componentes; ya dan igual las mentiras de MAFO y el INE – resulta que estamos sin Gobierno hasta enero.
Nuestro primer problema es el modelo de Estado, un océano de corrupción y despilfarro, pero existe otro que puede ser incluso mayor: el sistema financiero. Y puede serlo porque la manipulación y las mentiras masivas de MAFO y de las propias entidades sobre el valor de sus activos no tienen parangón en el mundo civilizado.
El pasado mes de julio, a raíz del camelo de los stress test, la señora Salgado, afirmó que ni bancos ni cajas necesitarían ayuda adicional alguna. Dos meses después, la Caja del Mediterráneo, que había dado beneficios el primer trimestre con el visto bueno del MAFO, resulta que tiene un agujero de 20.000 millones y necesita avales por otros 18.000.
Pero esto es sólo la punta del iceberg. ¿A qué tiene que hacer frente la banca, que tiene un capital de unos 170.000 millones y unas provisiones de 90.000? Primero a la morosidad, que no para de crecer: 147.000 millones oficiales y 250.000 millones estimados como reales. Luego la subprime española, la deuda de promotores y constructoras: 500.000 millones, donde no se podrán recuperar ni la mitad.
En la CAM un 51 por ciento de esta deuda esta impagada y otro 15 por ciento casi igual- substandard-. La deuda soberana, 330.000 millones, hoy vale un 35 por ciento menos. La deuda con CCAA, ayuntamientos y empresas públicas, casi 200.000 millones, de la que no recuperan ni la mitad. Y luego tienen que devolver 700.000 millones al exterior, 45.000 de ellos hasta fin de año y ¡120.000 millones en 2012!. Ahora sumen.
Impagos probables de morosos, 100.000. Impagos probables de promotores y constructoras, 250.000. Pérdidas potenciales en deuda soberana, 60.000. Pérdidas potenciales en deuda periférica, 100.000. Total, 510.000 millones, el doble del capital más las provisiones; y lo más grave, todo está yendo a peor y a velocidad acelerada. ¿Cómo van a poder devolver la deuda si no es refinanciando con aval del Estado? Les hemos avalado ya 89.000, ¿quién va a pagar esta fiesta?, ¿los españoles o los culpables, que se han hecho “banqueros” con sueldos de escándalo?.
Añadan el capital adicional para cumplir Basilea II y el agujero de bancos y cajas se asemeja a la fosa de las Marianas. Puede que la mitad o casi sean insolventes, por lo que el FMI pide un auditor externo ya para evaluar la situación de la banca española, igual que se hizo en Irlanda. Los depósitos de los clientes los están utilizando para devolver deuda, lo que significa que ese dinero ha desaparecido, y el crédito no volverá a fluir en años.
En resumen, el saneamiento del sistema financiero es prioritario y España ya no tiene dinero para ello. Por tanto, los que vengan tendrán que averiguar la verdad primero, cerrar lo inviable y procesar a los culpables, empezando por MAFO por “incumplimiento grave de sus obligaciones”.
Estamos al borde del abismo y el tiempo se ha acabado. Hacemos agua por todos lados. O se toman medidas drásticas o en cuestión de meses estaremos igual que Grecia. Todos están jugando a tomar medidas parciales y esperar que escampe, pero no va a escampar, todo irá a peor. Los ingresos fiscales están cayendo un 24% frente a una previsión de subida del 9%.
Ya no podemos andarnos por las ramas, la única medida que puede sacarnos de la crisis y hacer viable España es clara: la supresión del estado autonómico excepto en Cataluña, País Vasco y Navarra. Estas regiones tendrían una autonomía económica similar a un Länder alemán o un Estado norteamericano. El ahorro sería del orden del 16% del PIB y España funcionaría mucho mejor, pero sobre todo sería viable, porque hoy ya no lo es.
Y eso es sólo el coste directo; ¿cuánto cuesta un mercado roto en 17 taifas?, ¿cuánto la corrupción masiva?, ¿cuánto el no respetar la Ley ni las garantías jurídicas?.
Ahora bien, la casta política parasitaria jamás lo aceptará, el sistema autonómico es la clave de su poder y del reparto de pesebres a su gente. Pero, ¿para qué narices necesita Madrid una autonomía?; o Murcia, o Castilla la Mancha, o Andalucía… Recortan sanidad, educación, servicios básicos, todo menos los pesebres. CiU no pagará a las farmacias, bajará sueldos a médicos, suspenderá consultas, pero no recorta un euro en embajadas, en la ruina de TV-3, en los sueldos de los 90.000 enchufados de las empresas públicas o a familiares como la señora Montilla , que sigue con 12 sueldos. No tienen vergüenza.
La alternativa es la propuesta de Jürgen Stack el economista jefe dimisionario del BCE: si los gobiernos no pueden o no quieren controlar el gasto, y señala a España entre ellos, deben sustituirse por gestoras que supervisen las finanzas e implementen los recortes. Y, si no, salir del euro.
Las partes: voy a explicar las principales partes a desmontar, pero ya no hay tiempo para ello. Esto es como el nudo gordiano, era imposible desatarlo nudo a nudo, hay que cortarlo de un tajo o arruinarse en el camino.
Duplicidades: representan 34.000 millones de despilfarro puro y duro. No podemos reducirlas poco a poco, tienen que cortarse en seis meses: 600.000 empleados públicos a la calle. El coste salarial de los empleados públicos es un 16% del PIB, y eso es insostenible. Además los salarios medios de los funcionarios superan los 40.000 euros, un 35% más que los del sector privado. Si alguien piensa que hay que pagar a la gente por no hacer nada, que lo pague él.
Empresas públicas autonómicas y municipales: creadas exclusivamente para colocar parientes, amigos y correligionarios, todos han entrado a dedo sin control alguno. No dan cuenta a nadie de nada, ni siquiera a los Parlamentos autonómicos. Salario medio 46.000 euros, entre el 15 y 20 por ciento más que los funcionarios. Hay que cerrar el 90 por ciento y el resto contratarlo con terceros, que cuesta la mitad. 555.000 enchufados a la calle.
La administración del Estado tiene 541.000 funcionarios y ha transferido 821.000, total 1.362.000, ¿de donde han salido los más de dos millones más incluyendo asesores y similares? El 80% a dedo. Sobran del orden de 1,6 millones de empleados digitales, los mejor pagados, con un coste del orden del 9 % del PIB. España no puede permitirse este despilfarro, este nepotismo y esta injusticia.
Cupo vasco-navarro: Se trata de un privilegio arcaico pensado para una sociedad rural y que supone que el País Vasco y Navarra recaudan sus impuestos como no fuera un país soberano, pero mucho mejor. Como venden el 80 por ciento de su producción en el resto de España, la mayoría de impuestos así generados, IVA y Sociedades, se los quedan las Diputaciones forales.
De esa cantidad ingresan en el Tesoro una miseria, menos de 1.000 millones de euros, cuando deberían ingresar 10.000 si estuvieran en el régimen común. Es un privilegio inaceptable que tiene que desaparecer.
Además, entre tres meses y un año. Ayuntamientos: reducidos a la mitad y su personal a la tercera parte: ahorro 36.000 millones. Diputaciones, Cabildos y Senado: supresión. Ahorro de 4.000 millones. Coches oficiales para políticos: 20.000, el triple que en EEUU. Reducción del 95%. Teléfonos móviles: 300.000, con un costo de 1.500 millones de euros año. Reducción del 95 %. Televisiones autonómicas: 13, con un coste de 1.900 millones año. Deben privatizarse o cerrarse. Embajadas: 175, con un coste de más de 1.000 millones. Supresión. Subvenciones a sindicatos, CEOE, partidos y titiriteros. 3.000 millones. A cero. Oficinas de lujo, viajes de cine, estudios inútiles… el ahorro son miles de millones. Liberados sindicales: cuestan 1.500 millones. Que no quede ninguno.

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