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viernes, 20 de julio de 2012

HIPOCRESÍA EN " TIEMPO Y FORMA "

Suelo decir que a la gente se la conoce en el momento de la verdad. Siempre fue así, pero nunca lo percibe nadie en su auténtica dimensión hasta que sufre el zarpazo de la hipocresía, la insolidaridad, la abyección, el repudio, el oprobio o el aislamiento de los demás de su propia carne. Las ratas son las primeras que huyen de los barcos cuando éstos empiezan a hacer aguas. Las ratas humanas ( ingentes hoy día ) son peores porque huelen antes que las demás la tragedia y desertan de los compromisos. Es de lo peor que tiene este tiempo, que no sólo rompen los bolsillos de algunos sino que también sus corazones.
Cuando en las guerras se impone el sálvese quien pueda es que se ha roto la cadena de mandos y la disciplina, se ha enseñoreado de la situación el caos absoluto y se producen inevitablemente las ignominias. Las crisis económicas no son otra cosa que la consecuencia de la putrefacción del Sistema. De arriba a abajo se desploma en cascada la pirámide hasta desguazarse completamente por la base. Cunde el desbarajuste, el muérete tú si me salvo yo y el despiporre. La gente saca a relucir su " Mr. Hyde " y se atrinchera en su miedo y pìerden sentido palabras tales como, piedad, amistad, compañero y familia.
En justificación de actitudes egoístas, precipitadas, aterrorizadas, se viene a usar un elixir de palabras mágicas: la condición humana, que lo tapa todo. No se es culpable de no auxiliar a quien más lo necesita en momentos trágicos. Es que se es humano, no divino. No hay responsabilidades en los despidos masivos, en rebajar los sueldos, en " guindarle legalmente al prójimo o ascendiente ". Es la Vida...
Te ha tocado a tí, mala suerte. Yo a lo mío, " fiestuquis " y turismo. No se peinsa mover un dedo, no sea cosa que, por defender, se te metan a tí también en el lío.
Se debería de empezar a tener mala conciencia por haber y seguir viviendo por encima de las posibilidades. Vivir como ricos sin serlo. Así esta sociedad se ha convertido en un género calificado irrefutablemente de hipócrita, insolidaria, egoísta... Encima llena de pusilánimes que ni tiene lo que hay que tener para echarle lo que hay que echarle a esos que le han dado la vuelta a la tortilla, haciéndoles pagar por todo, metiéndoles en el redil de los silencios y así reforzando su malhadado sistema... Pero, sí le echamos ovarios y cojones al débil...
Manifestáis vuestra rabia huyendo del problema del compañero, del amigo, del familiar. No queréis saber nada de lo que ocurre a vuestro alrededor. Con salir como ayer a hacer el payaso y la payasa os basta.... 
Primero, tu pellejo y luego ya se verá. Os abstenéis de opinar sobre las injusticias que se producen en vuestras narices. No os atrevéis a incomodar a vuestros jefes. Es la Crisis, la hora de meter la cabeza bajo tierra.
Solidaridad es una hermosa palabra que brota como una flor de esperanza cuando se emplea para no decir nada. En tiempos críticos, de necesidades sociales, el vocablo solidaridad, en cambio, es una voz cicatera que raramente aparece cuando se la reclama. Cuento aquí lo que me pasa y lo que me dicen en la " puta calle ", porque, para mí, ya, lo de la cantinela de la prima de riesgo, de la deuda, de la recapitalización de los bancos, de las intervenciones, de los rescates, de los mamoneos de mercados, mercadeos, mercaderes y mercachifles, se me atraganta y me levanta la bilis cada día cuando oigo la radio, veo la tele y leo los periódicos. 
La tragedia viene cuando un compañero de trabajo se retira de ti porque intuye que te van a venir todas dobladas.
Vientos de hipocresía, insolidaridad, abyección, maldad, " hijaputez ", egoísmo y de caza de brujas.
-Jose Chaves-

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