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lunes, 29 de marzo de 2010

Bruselas considera que los planes frente a la crisis de los países de la U. E., pecan de excesivo optimismo. ¿ Debe de ser optimista un gobierno ? Obvio es que desde la tarima de director de orquesta se puede hacer de todo menos desfallecer, aunque sin llegar a levitar. En mi opinión un gobierno debe transmitir algo de ambas cosas, optimismo y a la vez dejar de entrever que se está preparando, que está ejercitando planes para afrontar el peor de los escenarios y sin creerse jamás el optimismo que transmite. Si para que la fiesta no decaiga presenta un plan entusiasta, debe de trabajar en paralelo en otro alternativo basado en los augurios más sombríos.
El caso del político que se cree todo lo que, por legítimas razones de animación ha predicado, puede ser dramático. Así, pues, señores dirigentes, de aquí y de fuera, sigan en su proyecto ilusorio eufórico, pero tangan ya elaborado el plan B, en secreto, porque con la que se viene encima, tendrán que recurrir ( si no lo han hecho ya ) a los proyectistas más cenizos, y listos en el sótano los equipos de rescate.
Por favor...

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