UNO DE LOS PROBLEMAS DE FONDO que repercuten en Europa es que el ciudadano no visualiza el proyecto de futuro, ni por asomo. Lo que se hace es, en el mejor y más optimista de los casos, intentar conservar lo hasta ahora obtenido. La UE se ha desarrollado durante más de medio siglo con tres narrativas complementarias. La inicial, la de la reconciliación: evitar que el territorio del viejo continente fuese testigo, de nuevo, de las conflagraciones mundiales. La segunda, la de las libertades: Europa sería democrática. La tercera es la del modelo social y el estado de bienestar.
Los dos primeros relatos se han quedado obsoletos, de momento, por la marcha del devenir de la historia y apenas se han significado para las generaciones más jóvenes ( que deberían conocer los costes de esa utopía factible ). Es la defensa del " welfare " la que convoca a la gente de un modo masivo. Cualquier Eurobarómetro de los últimos años lo demuestra y mide cómo los europeos prefieren incluso sacrificar la virginidad de su culo por la defensa de su modelo social, devenido en bacanales orgiásticas.
La cuestión es que el apocalípsis económico actual está poniendo en solfa tal modelo de " dolcce farniente ". Los recortes y la austeridad a ultranza que se está imponiendo y que se va a recrudecer golpean de modo recurrente este relato. Además, como las dificultades se extienden ya durante un lustro y no hay perspectivas algunas de cambio de coyuntura, se asiste a un cansancio ciudadano, sobre todo en la órbita de las y los " neopijas y neopijos ", la dinámica tiende a escalofriantes sucesos que darán al traste con la idea de Europa y su moneda común, el Euro.
Si a las dificultades de la coyuntura se añaden los cambios estructurales, como la modificación demográfica ( de una sociedad joven en la posguerra mundial a una sociedad envejecida como la de ahora ), de corrupción generalizada y poblacional ( millones de emigrantes compitiendo por el " welfare " ), se obtiene una mejor explicación del malestar y degeneración europea, que convergerá más tarde o temprano, en un Nuevo Orden.
Cuando ya hace más de una década se empezaron a detectar las debilidades objetivas del modelo, las instituciones zonales y las organizaciones multilaterales ( sobre todo la OCDE ) recomendaron a los ciudadanos que ganasen seguridad contratando complemento privados al Estado de Bienestar en materia de pensiones, salud, educación, etc... Así nació una nueva industria, vinculada al modelo financiero ( ¡ ojo ! ).
Pero ésta GRAN RECESIÓN también ha puesto en riesgo las prestaciones complementarias y su rentabilidad. En un reciente estudio la OCDE., sentencia: " Los trabajadores de hoy y del futuro tendrán que trabajar más, ganando menos, de cara a la jubilación y tendrán pensiones públicas exigüas ". Así, las distintas reformas de los últimos años, motivadas por la pirámide demográfica y a la esperanza de vida de los europeos, han recortado los fondos públicos de pensiones entre un 25% y un 30%, y los privados han dejado de ser rentables ( y en algún caso determinado los fondos han desaparecido ): entre 2007 y 2011, los ahorros de los españoles en planes de pensiones privados se ha reducido en un 14%.-
-Lord Lancaster-
No hay comentarios:
Publicar un comentario