" Teníamos un problema y lo hemos resuelto ". Fue una de las frases más polémicas de D. José María Aznar, que parece haber creado esuela. A las muejres policías destinadas en la frontera de Beni-Enzar en Melilla las retiran de su lugar de trabajo porque unos impresentables las insultan y las faltan el respeto, lo que en defintiva no es vilipendiar a la mujer sino al uniforme que representa al Estado Español. Vamos, que las han quitado porque les ha salido de los cojones a los moros.
¿ Eso es luchar por la igualdad de género ? ¿ Hay dos tipos de mujeres en España, unas que son policías y guardias civiles, y las demás ? ¿ Así resuelve un conflicto el gobierno de un hombre que en su primera entrevista recién llegado a la Moncloa, se definió como " feminista y rojo " ? Pues vaya ojo ( sobre todo del o la que puso el voto enla urna ). Se lo han puesto fácil a quienes no les gusta ver a las mujeres en un determinado puesto de trabajo: se las humilla, se las intimida, se las acosa y son quitadas de enmedio de inmediato. ¿ Unos nuevos machistas disfrazados de feministas ? O mejor, se las convence para que acepten otros trabajos menos provocativos ante los ojos " NEOMACHISTAS ". Hubiese sido una ocasión magnífica para que la autoproclamada ministra de igual-da acallara las críticas sobre su negasta gestión. Pero la Señora Aído ha preferido ( o no ha sabido ) esperar la llamada de atención de un sindicato policial sobre su vergonzosa afonía en este caso, para hacer un comunicado, típico y tópico, vacío de toda iniciativa y yermo de soluciones reales. Este sí que es un claro caso de violencia de género, de machismo brutal, de descriminación real de la mujer, y no los espejismos que la ministra y sus soguillas asalariadas insisten en ver y criminalizar, en los que desembolsar presupuestos astronómicos, y en los que en su gran parte, la mujer convetida en sucubo denuncia falazmente a su pareja, para cubrirse de gloria. Y por descontado, tampoco se ha oído a las organizaciones feministas hipócritamente autoproclamadas progresistas, ya que ninguna subvención estaba en juego...
La Señora Aído ha actuado ( o no lo ha hecho ) tarde y mal en el caso más flagrante de desigualdad y sobre violencia machista que ha habido en los treinta y dos años de democracia.
Que dimita o la dimitan. Es la única solución...
-J-
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