Los efectos de la denominada huelga de «bolítrafos caídos» trascienden la actuación de la Guardia Civil y afectan de lleno a la Policía Nacional. Así, Las actas por tenencia o consumo de droga en la vía pública y las intervenciones de armas blancas han descendido en la provincia de Valencia un 61 y un 48 por ciento, respectivamente, según los datos difundidos ayer por la Confederación Española de Policía, que atribuye esta bajada al «hartazgo» de los agentes ante el recorte salarial y la carencia de medios.
El sindicato policial aseguró que este descenso, al que se suma una caída del 44 por ciento en las identificaciones, corresponde a actuaciones de «carácter recaudatorio», y que por lo tanto es el que «menos incidencia tiene en la situación real de seguridad en las calles». Esta estadística es un «buen exponente» del «hartazgo» que ha provocado en el Cuerpo Nacional de Policía «el recorte de los salarios aplicado por el Gobierno, la reducción drástica de la oferta de empleo público de este año o las graves carencias de medios materiales que dificultan, cada vez más, que los agentes puedan desarrollar su trabajo de forma eficaz».
La combinación de estos tres factores, a juicio del comité provincial de Valencia de la Confederación Española de Policía, «está provocando uno de los mayores descensos en aquella actividad policial que sólo contribuye a mejorar resultados estadísticos» y que no afecta a los requerimientos de auxilio o a las investigaciones, donde la eficacia «no se ha resentido». "La merma en los sueldos, que son los más bajos de entre todos los de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y que ahora han sido sometidos a un recorte de entre 70 y 140 euros, está llevando a los policías destinados en Valencia a aplicar con «rigor la normativa sobre identificaciones y tramitación de multas», evitando «hacerlo cuando no hay motivo justificado para ello».
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