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lunes, 22 de diciembre de 2008

Mansour no tiene fe en los videntes. Visitó a una en 1977 y perdió la esperanza cuando se dio cuenta de que aquella mujer encendía la luz para buscar las gafas. "Soy blanco como el blanco de mis ojos, maldita sea, pero aquella tipa habría tardado seis minutos en averiguar mi raza." Una madrugada invité a la evidente o vidente a una cena en el Café Musical. Se llamaba Lili y durante la conversación solo abrió la boca para decir que le sonaba el tipo entumecido que se había sentado en un confín de la sala. Entonces Mansour le dio una palmadita en el revés de una mano y le dijo: "Ese tipo no está entumecido, encanto; se llama Chuck Kornegay y es negro." Lili no era una mujer culta. Alguien que la conocía de tiempo atrás, nos dijo que le costaba distinguir entre una Biblia y un filete de carne. También cuenta, que hace años, el presidente Aznar le pidió un pronóstico de la fecha en que acabaría el fin del terrorismo. Lili se lo tomó con calma. La respuesta se la dió a Zapatero. La perdí de vista duarnte años y cuando dí con ella en Almería, actuaba en un club de cuarta categoría para una pandilla de rehenes.
En 1999 su número fuerte consistía en averiguar el campeón de Liga de 1998. Se retiró hace poco. Estaba muy mayor y en sus últimas actuaciones, para darse importancia utilizaba una bola de cristal cuadrada.
Dicen que los latinos son más crédulos para estas cosas. Desde luego no fue ése el caso de Carlos Martínez, un tío de Aranjuez, que tuvo cierto éxito en el Café Musical bailando rap. Carlos fue un perseguido del franquismo y antes de volar a Sudamérica en el 2000, acudió a una medium para contactar con el Generalísimo y decirle "cuatro cosas". Fue una sesión desesperante. Al cabo de un buen rato en la oscuridad sólo se escuchó la ecléctica voz institucional de Matías Prats. Entonces la medium lo tranquilizó: "Ocurre a veces estas cosas y casos. Invocas a Franco y te sale el NO-DO."
Cosas de la Vida.  

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