Antiguamente se intentó sin éxito unificar el sistema de medidas en España, cada cual manejaba la vara, la arroba y la fanega, a su libre albedrío, según sus necesidades, beneficios y procedencias. Así que se me antoja una empresa muy difícil, que se exija a la clase política, una voz y acción justa, medida, reflexiva y sosegada, acorde a la razón de las corrupciones, corruptelas y degeneraciones varias, presuntas o no, que perturban el mundanal quehacer.
Los hacedores de la nación son inquisitoriales, encubridores, alcahuetes, cómplices, indecisos, acomplejados, disminuidos e injustos con la ciudadanía; su vara de medir es la del PODER, sacudida exclusivamente por el viento de su vehemencia e ira...
La vara de medir, el " garrote vil de dominar y domeñar ", tan caracterísitico en este país o lo que queda de él, tan arraigado y aclimatado en las costumbres y usos por encima de las leyes constitucionalmente establecidas.
¡ Que lástima por haber creído en una nueva sociedad ... en una nueva nación !
Los que me rodean y los que me rodearon no dan ni dieron la talla...
De la vara de medir o del " Garrote vil.... "
-Jach-
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