Los españoles y entre ellos, yo, como ejemplar "sui géneris" hemos sido culo de mal asiento. Desde nuestros tiempos íberos hemos buscado las excusas más peregrinas para escapar de nuestro entorno o hábitat más próximo, ya sea para evangelizar a unos indios, liarla en tierra protestante, desbancar a un dictador o hacer el "chorra". Donde había una bronca o un conflicto ahí siempre había un español o el menda. Siempre hemos dado el primer tiro o hemos sido simpatizantes/aliados del primero que lo ha hecho o defensor de las causas perdidas. Nuestro carácter fronterizo, nómada, truhán, lo llevamos en el bulbo raquídeo. Y al estar rodeados de agua por todas partes hemos tenido mucho más fácil el escaqueo. Tirad un dardo al mapa mundi y allá seguro que habrá habido una huella española a lo largo de la historia, pero... no seáis cabrones y apuntéis a Siberia...
No es extraño encontrar testimonios de un paisano en China o en el Sáhara...
Hoy... hasta ésta característica está desapareciendo... consustancial con el devenir de los tiempos y de la triste historia del aniquilamiento del varón español...
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