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lunes, 31 de enero de 2011

Ley y Orden

" Nos hacemos siervos de la ley para que la ley nos haga libres " ( CICERÓN, De legibus, 11, 13 )

Las leyes son el instrumento del poder para que la vida del ser humano en sociedad sea una vida ordenada. Son antídotos del desorden y el caos.
Como el tabaco daña la salud ( y lo dice un fumador ), la ley exige que no se fume en los hospitales, ni en los colegios, ni en las universidades, y, últimamente en cualquier establecimiento que no esté al aire libre.
Como echar basuras al río intoxica las aguas limpias, la ley prohíbe contaminarlas ( También deberían de sancionar a los automóviles estrictamente ).
Se prohíbe fumar para que el humo del tabaco no dañe la salud de personas.
Se prohíbe matar a la Naturaleza para que no seamos nosotros mismos las víctimas de esa adversidad.
Se prohíbe la funcionario público que haga favores a cambio de dádivas.
Prohibir, vetar, impedir. Son las marcas de la ley. Marcas de terrenos y espacios del " ser " y del " debe ser ".
Pero... si limitan y marcan zonas y espacios, levantan barreras y se acotan dimensiones y se ponen frenos al hacer lo que a cada uno le venga en gana, las leyes... ¿ pueden ser amigas de la libertad ?; ¿ pero, no será lo contrario ?; ¿ Cómo se pueden conciliar libertad y ley si es propio de la libertad abrir caminos y de la ley cerrarlos, si la ley anda por las cárceles y está en las comisarías y juzgados mientras la libertad pasea por las calles sin " trabas ", sin " ataduras " ?
Es así, pero la ley es Libertad ( cuando es aplicada de manera ecuánime ). Concurre como una paradoja. Surge admirable, lo que se considera quita libertad,  a la vez aliente libertad. Porque solo hay libertad donde hay contenciones al abuso, a la arbitrariedad, al despotismo, a la injusticia, al atropello, a la exigencia y a la extralimitación...
Parece un contrasentido. Reducir la libertad para ganar la libertad. La cuadratura del círculo, es una operación imposible, la vana tentativa de aunar cosas inconciliables; la ley, en la sociedad emerge como una reglamentación racional de la justicia y del derecho, para poner orden donde la libertad peligra; para no contaminar el medio que respiramos y para evitar, entre otras, que te desvalijen o estafen...
Es obligado que los seres humanos, si queremos ser lo que hemos de ser, es decir, racionales, nos organicemos y respetemos. Y racionalizar la justicia, el derecho, las obligaciones, la ley, es igual que, buscar maneras legítimas de conducta ya sea privada o pública.
Por eso el derecho y la ley lejos de ser antagonistas o enemigos de la libertad son sus mejores aliados y cómplices, son referentes necesarios de libertad, presupuestos de ella. El origen del llamado Estado de Derecho, se basa, en el principio del filósofo británico, Mr. Thomas Hobbes.... " los hombres si queremos evitar el , nos hemos de poner de acuerdo para la guerra de todos contra todos ". Echando mano del también erudito John Locke, conexionaríamos esa idea, en el sentido de otorgar únicamente la parte de libertad necesaria en bien del establecimiento legal del orden público.
Con ello, con ese llamado " tratado social " que es base de civismo y de la buena cultura, aplicando asimismo el principio de " donde empieza mi libertad termina la tuya ", la racionalidad del humano se salva y le libera de la " ley de la jungla ", del caos, de la anarquía, de tomarse cada cual la justicia por su mano o hacer lo que me de la gana, para que " el otro yo, la sombra, esa parte salvaje que hay en todo hombre " no acabe con la dignidad de cada ser humano.
Limitarnos a nosotros mismo nos hace libres. Esa es la singularidad de la ley, cuando ésta se aplica de forma razonable, objetiva, imparcial, equitativa, neutral y honrada. Merece la pena, perder algo todos ( y cuando digo todos, es todos, tenga la posición social, profesional o política que sea ), para ganar mucho más, todos. Un señorío y un lujazo, cuando LAS LEYES SON JUSTAS Y LAS JUSTAS....
Como no hay nada nuevo bajo el sol, de forma que el sol que salió ayer es el mismo que nace hoy, y los fondos y trasfondos de las cosas son iguales aunque las circunstancias se muden; aquel, gran humanista que fue Cicerón, en la Roma clásica, nos dejó al hablar de las leyes, esa gran verdad de siempre ( aunque no lo parezca y a pesar del " Prohíbido prohibir " de Mayo de 1968 en París ), que los hombres al hacernos servidores y, aún esclavos de nosotros mismos y de las leyes, ganamos cotas de libertad.
Y como el don de la libertad es nuestra gran librea de personas y se sabe por experiencia la delgada línea roja que hay entre ser esclavos y ser libres; el escritor y moralista Mr. Chamfort, en una de sus máximas, supo decir que, es más fácil legalizar ciertas cosas que " legitimarlas ".
Es decir, para que las leyes sean camino de libertad, ni más leyes de las necesarias, ni menos de las precisas. También, en esto, lo justo; el término medio.          
-CORSO.-

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