Más allá de cualquier suceso en concreto, tengo que decir que, entre otras cosas, en España se ha destruido la presunción de inocencia, consagrada por La Constitución y eje del sistema penal de la democracia, además de garante la La Libertad; al menos para varios colectivos importantes: políticos, funcionarios públicos, policías y sus entornos. A los cargos y agentes públicos se les ha considerado siempre sospechosos de aprovecharse del poder y, demasiadas veces, culpables de corrupciones concretas. Llevan puestas de entrada la etiqueta de corruptos, comprados y enviciados y la más mínima acusación " partidista " , " sectaria " o sencillamente parcial a conveniencia del sujeto o " sujeta " ( sin personalidad alguna ) que tenga necesidad de ello, les exige una demostración pormenorizada de su inocencia. El Derecho se invierte en ellos. Se presume su culpabilidad...
A ésta perversión hay que añadirle la " tonalidad política o ideológica " del OBJETIVO o un interés pecuniario, y el " aderezo " de detenciones y registros espectaculares, mediáticos, sacados esposados ( como peligrosos terroristas ) y humillados, con una falta total de respeto a la normativa legal vigente, favoreciendo en el acto los insultos y oprobios de los cobardes desocupados justicieros que se concentran a las puertas de juzgados, comisarías y cuarteles, y el linchamiento a distancia de quienes les hacen un juicio sumarísimo a la hora del almuerzo: " LA PENA DEL TELEDIARIO ", que le llaman, y que puede llegarles, incluso, antes de ser imputados. Lo que es óbice para dejarlos estigmatizados de por vida. No es nuevo, yo lo padecí en 2002 y 2005... No hay mecanismos, luego, capaces de resarcir a los que sufren este escarnio y años después resultan ser inocentes, víctimas pues, del resentimiento y de la arbitrariedad por no " bailar al son que se marca desde el directivo "... En algún que otro caso, hay culpabilidad, el reo, cumple la condena impuesta, pero ni se procura reinsertarlo ni tampoco se procura que desaparezca ( por parte del pueblo ) que desaparezca, el baldón, la huella, la llaga y el signo de que eres o es un delincuente...
Espero no ser malinterpretado... La corrupción política, policial, los intereses individuales espurios, fraudulentos, ficticios, bastardos, adulterados y de conveniencias, son ya demasiados frecuentes en esta sociedad y deben de ser castigados de manera severa, rigurosa y ejemplar... después de un sumario debidamente instruido ( garantizándose los derechos fundamentales ) y un juicio con todas las garantías. Sin condenas, ni opiniones ( en tal o cual sentido ) previas, ni con dispositivos policiales desproporcionados y televisados ( con el tufo de policía política tipo Stasi, Gestapo o KGB ), ni sentencias políticas partidistas dando ya de por hecho que es: " .... un caso de corrupción... ", ni ajusticiamentos sociales, ni por venganzas personales....
SIN PRESUNCIÓN DE CULPABILIDAD..... CREO QUE ESTÁ.... ¡ CLARITO !
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