El volumen de información atenúa la capacidad de indignación, la transparencia absoluta contribuye a la narcotización por indiferencia. Tampoco ayuda la saturación de víctimas, que siembra escepticismo ante la imposibilidad de analizar cada caso, con objetividad y que desemboca en la fatiga de la compasión. Ante la suma de invitaciones al distanciamiento y la elevación del umbral de atrocidad, un acontecimiento individual requiere de una energía de convicción sobrenatural, para provocar escalofríos sin necesitar la banda sonora de los aullidos futbolísticos. Así ocurre con la condena a morir LAPIDADA que ha recae sobre la iraní Sakineh Mohammadi Ashtiani.
La lapidación encaja exquisitamente con la ley islámica, según ha dictaminado el ministro de Asuntos Exteriores iraní, muy amigo del nuestro que ahora suele ponerse turbante ( No tienen nada que decir Doña Bibiana Aído o Doña Leire Pajín ). La engañosa fraternidad engañosa que tenemos con el uso de las nuevas tecnologías y que presupone el imperio de la comunicación universal es un auténtico " ius gentium ". Por lo visto, la comunicación infinita es compatible con el respeto escrupuloso de " LOS DERECHOS INHUMANOS " que reclaman los musulmanes o moros, desde Kabul, pasando por Bagdad y llegando a Teherán o Rabat, y que, en un alarde de conciliación, propone un ahorcarmiento como solución de compromiso para condenar un incidente cuyo ámbito es el cotilleo de los íntimos. El Occidente materialista y contemplativo paga la factura del célebre manifiesto de Bernard Kouchner. Según el jefe de la diplomacia de Monsieur Sarkozy, " NO SE PUEDE GOBERNAR SÓLO CON LOS DERECHOS HUMANOS ". Ya vemos que en todos lados " cuecen habas " y así en la economía como en la política, el engorroso ser humano es reo de un tercer plano.
Para entender la aplicación de los Derechos Inhumanos a cualquier mujer árabe, procede la mínima inmersión en el mundo islamista que supone la visión de la película " A propósito de Elly "...
Tariq Ramadán propone desde la civilizada Suiza una moratoria en las lapidaciones, una feliz síntesis del sarcasmo que se entiende como Islam progresista ( ¿¡ !? ). El intelectual ( ¿¡ !? ) escamotea cuidadosamente la supresión del ritual bárbaro, por si las mujeres incurren en la tentación de tomarse el adulterio a su libre albedrío.
El ministro iraní también propone un " amplio debate " sobre el protocolo de enterramiento viva en piedras de una mujer, mientras es agasajado en FOROS GLOBALES DE LA RED. Internet no tiene por qué retrasar el camino expedito hacia la EDAD MEDIA. La burla de la lapidación que introducen los Monty Python en " La Vida de Brian " sería hoy desaconsejada en los FOROS PROGRESISTAS, porque odendería innecesariamente a los islamistas lapidadores. El desestimiento Occidental agrava la tragedia personal de Ashtiani y demás mujeres árabes, que desde la inminencia de su ejecución interpela a los defensores de la neutralidad del BURKA, NIQAB Y DEMÁS MORTAJAS.
Hasta en " Sexo en NUEVA YORK 2 ", se muestra más coraje que en Occidente en la defensa de los DERECHOS HUMANOS DE LA MUJER en los países musulmanes. Llevando al límite la tentación de desligar el símbolo de lo simbolizado, la Cruz Gamada no tendría nada que ver con el Holocausto....
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