Los ingleses tienen algunas cosas envidiables y otras que no lo son tanto. A mí, por ejemplo no me atrae su comida, pero en lo político son dignos de admiración. No hace unas semanas desde que celebraron los comicios y ya están funcionando a todo trapo con un nuevo ejecutivo. Y eso que no es monocolor como acostumbraban.
Liberales y conservadores se han puesto de acuerdo ( igual ha pasado en Portugal ) y han comenzado a firmar al unísono, a pesar de que no estaban habituado a ello, ya que esta coalición es la primera del Reino Unido en setenta años. Pero así y todo, con semejante " handicap " ya están marchando.... igualito que nosotros.
Aquí se marea la perdiz hasta el límite temporal para ver qué ventajas pueden obtener. Se miente, se engaña, se tima y se estafa... Los británicos, en cambio, conscientes de que la situación no está para bromas han batido todos los records posibles y ya han tomando carta en los asuntos más peliagudos, asiendo las riendas del país con firmeza y unión, para imponer y desarrollar todas las medidas necesarias para superar su problema.
En situaciones como ésta, extremas, supremas, se comprueba que sí existen diferencias entre latinos y anglosajones. Poco le ha importado al Sr. Cameron que desde fuera el Sr. Clegg aparezca como el vencedor moral, pues con peores resultados se ha alzado con el puesto de viceprimerministro y con cinco carteras.
Tampoco le ha frenado sus diferencias en algunos asuntos vitales con respecto a Europa y como cuestión significativa, resaltar que acaba de eliminar todos los vehículos oficiales y que cualquier dirigente o político de su gabinete y de la Cámara tendrá que viajar en metro, taxi, o sea, transporte público o en su defecto su automóvil particular.
¡¡ CON DOS COJONES, SÍ SEÑOR !!
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