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martes, 6 de abril de 2010

La vida suele ser corta, al menos para la mayoría de los asuntos relacionados con la vida. A causa de esa brevedad, siento curiosidad por todo aquel o aquella que sepa asentarse con diligencia, presteza y fundamento en el mundo, adquirir habilidades y saberes, asumir el legado de la tradición en algún ámbito profesional, que suele ser limitado y específico, inevitablemente especializado, porque nadie puede saber todo sobre su propia materia de trabajo o estudio.
De todas formas y maneras, el político y el sindicalista, forma una raza aparte. A lo largo de su vida, de mediocre profesional, de manera camaleónica, deambula por territorios " inexcrutables " y diversos sin mengua alguna en su osadía y denuedo. Ayer, era representante sindical. Hoy, se levanta como viceconsejero de Obras Públicas y se acuesta como subdelegado provincial de Cultura y Deportes, lo que en absoluto constituye un impedimento para que la semana próxima lo nombren director general de Innovación y Ciencia. Puede darse el caso prodigioso de que un sujeto que es chatarrero de profesión acabe como delegado de Urbanismo, de igual modo que puede producirse el hecho portentoso de que un leguleyo de lo Social, se convierta en consejero autonómico de Sanidad, por la tómbola de los cargos no está obligada a someterse a las estrecheces de la lógica y el sentido común.
Es " mágico ", esto del sindicalismo y la política, donde nadie está obligado a ser quien es, sino un emblema de algo: un enfermero puede convertirse en teniente de alcalde de Playas, un policía en agregado diplomático en una representación consular en el extranjero, en tanto que un pastor de ovejas puede transformarse de un día para otro en delegado de Tráfico, porque siempre será más fácil pastorear unos coches que un rebaño de seres irracionales ( Aunque yo no vea la diferencia ). El enigma, ewl misterio, en definitiva, de la ciencia infusa.
No faltan lenguas ( viperinas, retorcidas, pérfidas, nocivas ) que difunden la maldad, la iniquidad y depravación de que hay seres con la mente envenenada por el poder, como si llevaran puesto el anillo maléfico del " Señor de los Anillos ", y que manifiesten que son esos " envenenados " quienes están dispuestos a aceptar cualquier cargo con tal de no volver a una vida laboral corriente y a la altura de su nivel profesional anodino, gris, mezquino y vulgar; sin coche oficial, sin dietas, sin tarjeta de crédito con cargo indirecto al contribuyente o afiliado o afiliada, sin secretarias, sin uso gratuito de teléfono, sin ociosas comidas de trabajo y sin lúdicos saraos....
No sé yo...
- JACH-

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