Hace unos días fue condenado a veinte años de privación de libertad, Mainar, asesino confeso y retractado, quién aseguró y aseveró haberlo hecho para " liberar " a su pueblo, justificando su " derecho " a hacerlo.
A esta categoría de " filántropo " incomprendido y con derecho, pertenecen muchos que están en prisión y otros muchos más que siguen en la calle, políticos, ejecutivos, directivos, jefes de personal, encargados y desocupados, corruptos, soberbios, elatos, altivos, vanidosos y " trepas "... que se dedican a espiar y a chivarse de sus subordinados, compañeros, congéneres y hasta de familiares, dando mucho " por el culo " en cada momento, porque se creen en su " derecho ".
Son también los que gritan más alto y vocean para " defender " tus derechos, con la " sana " intención subyacente de pisotearlos cuando les venga en gana.
El derecho ( y es a lo que voy ) no se defiende a gritos, ni a voces, ni con banales exigencias, ni con " niñadas ", ni con amenazas, ni con armas sin licencia. Se defiende con el orden metódico, las pruebas y evidencias empíricas y con un sentido de la verdad severo y riguroso, sin cuentos, sin chorradas y excusas. Por eso ya se parece este país a Italia, donde la pérdida del sentido moral de la verdad ( un sentido brillante que siempre viaja, a largo plazo, adherido a las matemáticas ) los tiene en una languida y larguísima decadencia, individual y social.
Ahora en España, como en Italia, la visión ética y moral sólo admite a diversas escalas, o que seas un ladrón aprovechado, sinvergüenza, machista maltratador y embustero; o que seas ( como yo ) GILIPOLLAS....
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