Por qué no hay chinos enterrados en los cementerios
Es ya una leyenda urbana: los chinos que viven en España no
mueren. Y que, a lo que parece, es que nadie ha visto un velatorio, un
funeral un entierro… de chinos.
Bueno, pues ya me he enterado por qué no hay chinos enterrados en los
cementerios españoles. Lo ha explicado un tipo interesante llamado Don
Pin, empresario asentado en Barcelona, que distribuye para 4.138
negocios regentados por chinos.
Tiene 32 años, la empresa de su familia lleva 10, y ya factura 50
millones de euros y cuenta con 28 camiones. “Nunca habíamos ganado tanto
como ahora”, afirma.
Don Pin, entrevistado en La Vanguardia, cuenta que nació en Qingtian,
como el 80% de los chinos que viven en España. Casado, tiene tres
hijos: dos niños y una niña.
Llegó con 18 años sin saber nada de español. Toda la familia ahorró
para hacerse con una pequeña tienda de frutos secos, cuyos dueños
españoles la traspasaban porque sus hijos ya no querían estar detrás del
mostrador: les parecían muchas horas.
Explica que la ambición china es “trabajar más que tus padres para
ser mejor que ellos. La española es vivir mejor que tus padres”.
“Querríamos trabajar y ganar más”, afirma. Y añade que es una pena
que les impidan abrir los domingos y ampliar horarios, porque eso
perjudica al cliente, que se queda sin poder comprar pan caliente o
cerveza fría a cualquier hora. “Y nos perjudica a nosotros”.
Confiesa que prefieren emplear a chinos venidos de China, porque los
ya nacidos en España también quieren trabajar pero sólo si ellos son los
empresarios.
A la pregunta de hacia dónde van los negocios chinos, Don Pin
responde: el típico restaurante chino acabará siendo un wok o un bar de
tapas; el todo a cien mejorará su escaparate, limpieza y muestrario y
hará la competencia a Zara, y abrirá El Corte Chino. Y los ultramarinos
pequeños ampliarán superficie y se convertirán en tiendas de
conveniencia con todo el horario que les dejen.
A la crítica de que en los ‘todo a cien’ falta orden y limpieza,
responde que tienen las ideas claras: saben que compiten sólo por
precio: precio, precio y precio. Así que no van a invertir en nada más.
“Ya iremos a mejor calidad, pero las ideas claras: ahora precio,
precio, precio. Los negocios con ideas claras, aunque no sean muchas,
funcionan. Ya llegaremos poco a poco a competir con las grandes cadenas
de supermercados”.
“Nosotros cumplimos la ley. Y pagamos todos los impuestos: muchos”,
añade. En España residen 148.253 ciudadanos chinos: 73.557 pagan cuota a
la Seguridad Social como empleados y otros 24.007 abonan su cuota como
autónomos. Y 3.100 estudian en todos los niveles.
Y entonces viene la cuestión. “Los chinos pagamos las pensiones de
los españoles. Por eso me molesta esa pregunta tonta: ¿por qué no hay
chinos enterrados en los cementerios?”
Y su respuesta: “Pues por la misma razón por la que mi ayudante
gallego se volverá a Galicia en cuanto se jubile. Cuando nos jubilamos,
volvemos a China. Aquí sólo venimos a trabajar”.
Entendido.
-Lordlancaster-
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