Hay valores morales y éticos enraizados en el alma de algunos españoles y que nos han hecho diferentes al resto de pueblos y gentes, al tiempo que nos han ayudado a levantarnos, personal y colectivamente, en los peores momentos de nuestra historia. ¿ Vamos a esperar a que el politicastro de turno nos saque de los atolladeros en los que nos hallamos inmersos y empezar de nuevo ?
Si es así, resultaría muy sencillo: bastaría con aguantar el chaparrón de la miseria y la " canina ", caiga quien caiga, y, mientras tanto, levantar nuevos altares al " pelotazo ", a la corrupción, al puterío, al sarao, al consumo de drogas y alcohol, a la especulación y al banquero infiel...
Sabemos que son falsas aras, pero ahí están para quienes quieran seguir imbuidos en ellas.
Tenemos otro camino: el que, en su andadura humanística, nos ha hecho sentirnos orgullosos y con el que hemos alcanzado el respeto de otros: el de la dignidad de las personas, el rigor, el de la igualdad y la libertad, el de la ética y la moralidad; ellos son los estandares que han de precedernos. No necesitan IVA., ni IRPF., ni impuestos especiales, etc., y su aplicación y defensa sólo traerían beneficios para España y nos ayudaría para salir del negro tunel en el que nos encontramos metidos. Son las luminarias que condujeron nuestras espadas en La Reconquista, los mascarones de proa de la naves que conquistaron el Nuevo Mundo, las que se alzaron frente al comunismo, las únicas capaces de liberarnos del materialismo capitalista existente.
Hay que estar, sin embargo, atentos, vigilantes, alertas, porque puede ocurrir que, aunque esos valores ondeen en textos institucionales, entre nuestros principios Y SILENCIO y la llamada " DISIMULACIÓN DE LOS PRÍNCIPES ", podemos encontrarnos con que la defensa de los mismos se vea burlada por el crimen continuado y normalizado, rapiña de " rojos ", políticos, multinacionales, medios de comunicación, progres, neopijas, putitas y putos pseudoamateurs, etc...
Quizás nos haya faltado un estandarte como La Constitución de 1812, que, aun a pesar de su progresismo, ruptura de norma, y para ser escrita para una España diversa y oceánica, reconocía la base de los principios éticos y morales a tenor del Humanismo histórico que nos ha conducido gloriosamente por los siglos de los siglos.
VOLVAMOS, SÍ, A EMPEZAR, PERO GUIADOS POR EL GUERRERO DE LA LUZ DE NUESTROS CORAZONES; LO DEMÁS ES FALSO, YA LO HABÉIS VISTO Y LO ESTAÍS VIENDO.
-JACK BAUER-
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