O LA CUEVA DE ALÍ BABÁ Y LOS CUARENTA LADRONES.-
Siempre he pensado que me he adapatdo mejor a la indigencia que a la simple pobreza. La mayoría de los indigentes que he conocido se enfrentaban a su situación sin considerarla algo de lo que tuviesen que avergonzarse y sin miedo a lo que les pudiera pasar. La del pudor es una sensación que se pierde a partir de que caigas por debajo de los límites de la pobreza económica y mental y te conviertas en un indigente intelectual. Así como los pobres tienen dignidad y vergüenza, los indigentes sólo tenemos rencor...
Por eso, como inope, por miedo a tener vergüenza evito a toda costa que un inesperado golpe de suerte me conierta en pobre mental. La sociedad exige a los pobres un cierto nivel de convivencia y una conducta acorde con la clase social a la que pertenecen y a lo que les mande ZP y sus secuaces ( Alí Babá y los cuarenta ladrones ).
No ocurre lo mismo con los indigentes, sobre todo con los culturales, una subespecie humana de la que quienes se ocupan no son los expertos en sociología, profesores y eruditos en economía, sino otros abyectos...
Suele ocurrir que cuando aumentan en exceso ( como ahora ) las capas de pobreza mental e intelectual y económica, un estallido de los situados en el neoprogresismo y neopijismo anarco-revolucionario, y a veces, a un cambio estructural que lo transforman todo, los inopes de toda la vida, el tieso del tetabrik de Don Simón, inspiran unos temores y recelos constituyentes. De estos hay que decir, que no hay tener miedo, ya que su terrible postración los incapacita para urdir ideas radicales que puedan estremecer Los Pilares de La Tierra, y el " modus vivendi " de la neo jet set pija, de modo que si se les mira con recelo es única y exclusivamente, porque si bien por sus ideas sólo podrían tener la idea de suicidarse o servir solamente como cobayas, aquellos les repudian vayan a ser que les pegue la mierda o los piojos...
Por eso, aquí y acullá, salta ZP y sus acólitos, con sus ideas suscritas a una " dimensión universal desconocida hasta ahora " ( más propias de un programa de Iker Jiménez ), sacando a relucir su ruin " compromiso social " ( sobre todo cuando se acercan elecciones ) y peregrina idea de luchar contra la " indigencia " con las mismas armas con que se lucharía contra una pandemia ( De todos modos desde hace décadas, es palmario, que los inopes son secuestrados y utilizados como " ratas laboratorios " para experimentar con nuevos fármacos o armas circunscritas en el " combate NBQ " ).
Briegan contra la indigencia no porque pretendan redimir al inope, sino porque temen que les peguen la mugre. No se atreven a exterminar al indigente mental y al pobre, porque votan...
Aunque me tienta la grandeza moral de la pobreza, la verdad es que, puesto a elegir prefiero ser indigente.
Porque desde el punto de vista de un escéptico, agnóstico, desmoralizado y cansado de ver tanta vileza, de que se le pegue la falacia de ZP y de los seres que le rodean y mienta también haciendo daño a seres queridos, la insufrible e incierta posibilidad de llegar más alto, mintiendo, me resulta más angustiosa que la simple certeza de saber que no puedo caer más bajo....
-ABSALON-
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